Los hijos siguen siendo cosa de las emprendedoras
Fotos de la galería e interiores: Noemí Martínez.
Un año después de la segunda edición de Coordinadas 2018 (jornada para el empoderamiento y el emprendimiento femenino celebrado en Ciem Zaragoza), las conclusiones al respecto del emprendimiento femenino y sus condicionantes siguen igual. Los hijos parece que siguen siendo solamente de las madres. Y si eso no condiciona el desarrollo profesional de alguien, que venga quien quiera y lo vea.
En esta tercera edición de Coordinadas las conclusiones fueron parecidas, pero el formato varió. En esta ocasión, un total de cincuenta emprendedoras radicadas en Aragón fuimos invitadas por la institución a participar en lo que denominaron «Word Café», una dinámica de trabajo en la que se buscaron respuesta a cuatro preguntas esenciales relativas al emprendimiento femenino:
a- A lo largo de tu emprendimiento, ¿qué cosas o circunstancias han obtaculizado el desarrollo de tu proyecto?
b- Tomando en consideración estos obstáculos, ¿que acciones consideras oportunas para removerlos y mejorar así el emprendimiento de la mujer?
c- A lo largo de tu emprendimiento, ¿qué cosas o circunstancias han supuesto una oportunidad para el desarrollo o mejora de tu proyecto?
d- Tomando en consideración estas oportunidades, ¿qué acciones consideras oportunas para potenciarlas y mejorar así el emprendimiento de la mujer?
A lo largo de la jornada de análisis, las conclusiones siguieron en la línea de años anteriores:
⇒ La conciliación tiene rostro de mujer: Las mujeres tenemos que conciliar empleo y hogar porque, en mayor o menor medida, apechugamos con todo.
⇒ El dinero es la clave: la mayoría de las asistentes comentaron que la falta de liquidez, financiación… pasta, en definitiva, es el otro gran obstáculo para arrancar. Sin dinero no se puede empezar ningún negocio, empresa, emprendimiento… lo llamen como lo llamen, pero dinero hace dinero y sin él no hay posibilidad de arrancar nada en la vida.
Muchos son los condicionantes expuestos en la jornada: necesidad de flexibilidad en pago de la cuota de autónomos, en el pago de impuestos, la dificultad de acceso a la información sobre recursos públicos para emprendedores, la complejidad de solicitud de una ayuda de la UE… Pero lo primero que venía a la mente de muchas cuando se hablaba de problemas, era la conciliación y el dinero.
La reunión sirvió para la reflexión, pero también para el networking, la toma de teléfonos y la promesa de unirnos todas como grupo para la suma de fuerzas y sinergias.